Autodestrucción

Como habrán notado, hace mucho que no me tomaba el tiempo de escribir algo. No es que este espacio no me motive, sino que a veces no me parece pertinente compartir mi verborrea con aquellos “cyberamorfos” fundamentalistas de Fotolog. Hoy es un día especial para hacerlo, pero por el sólo hecho de no tener ni la más mínima singularidad. De hecho es el día menos peculiar de la semana, porque nada me sucedió. Ni siquiera fue uno de los días que peor me sentí. Haciendo rewind, tampoco es un día que sea representativo del mes, en definitiva, un fraude. Todos mis pares están planeando con qué van a vomitar el jueves a la mañana, yo estoy acá escribiendo sandeces delante de una pantalla y teniendo la CERTEZA de que mañana mi día va a ser igual al de ayer y al de antes de ayer y al otro anterior. Por más que me engañe con los vómitos matutinos de las jodas en los días feriados. Hay algo que me molesta, pero no sé determinar qué es. Creo es algo a lo que la gente le llama aburrimiento. ¿Pero aburrimiento de qué? De todo, de todos de nada o de la nada, de lo patéticos que somos... Nos llenamos de obligaciones y nos quejamos, tenemos tiempo libre y nos quejamos ¿Por qué? Porque somos unos FORROS que no nos conformamos con nada. Sólo disfrutamos lo que no tenemos y SI y SOLO SI nos lo proporcionan en pequeñas raciones como para no empacharnos. ¿Por qué seremos tan jodidamente complicados? O mejor aún ¿Por qué pudiendo serlo hay gente que se empeña tanto en conformarse con todo? LOS EXTREMOS NO SON BUENOS HE DICHO ¿Y por qué me tengo que cuestionar todo? Para volver siempre a la misma conclusión..Mis desvaríos no van a cambiar el mundo y mis cuestionamientos van a ser parte de una voz, en la que algunos pocos ilusos hacen coro. Pero todos estamos tapados por el gran vozarrón de la mentira, hipocresía, ignorancia, injusticia, silencio, crueldad, corrupción, genocidio, en el que vivimos. Le dicen “sociedad”, yo no veo a nadie interactuando cooperativamente para un fin común. Sino que la veo como a una estructura estructurante que no nos deja ser y que cada vez nos convierte en algo más patético, conformista y autodestructivo.